• Son parques naturales, zonas arqueológicas, Patrimonios Culturales de la Humanidad los más fotografiados._
• Destacan el Cosmovitral Jardín Botánico, Nevado de Toluca y Paso de Cortés, entre otros.
Riqueza natural, cultura gastronómica, histórica y artesanal posee el Estado de México en cada uno de sus destinos, ya sea Pueblo Mágico, Pueblo con Encanto o municipio con vocación turística, los cuales cuentan con sitios emblemáticos que son visitados por los profesionales y apasionados de la fotografía por la belleza de sus colores, estructuras y simbolismo.
En Toluca un sitio imperdible para una buena sesión de fotos es el Cosmovitral Jardín Botánico, una de las obras artísticas monumentales más importantes del estado bajo la autoría del maestro Leopoldo Flores.
La naturaleza y sus colores son una buena composición para una fotografía, por ello, el imponente “Xinantécatl” o Nevado de Toluca espera al público en la zona núcleo o cráter en el que se pueden capturar las lagunas de El Sol y la Luna o grandes paisajes.
Recordar que esta es un Área de Protección de Flora y Fauna por lo que no se pueden volar drones para capturar imágenes.
Un sitio muy fotografiable lleno de misticismo, identidad y tradición es el Centro Ceremonial Otomí, ubicado en Temoaya.
Sus estructuras como los 12 conos estilizados que simbolizan los 12 meses del año; 52 columnas que significan los 52 años del Calendario Prehispánico Azteca, son espacios en los que las y los visitantes no pueden dejar de tomarse una clásica selfie.
El Pueblo Mágico de Malinalco cuenta con algunos lugares dignos de una postal o fotografía como la zona arqueológica Cuauhtinchán. También sus calles de la zona centro se pueden fotografiar, así como el ex Convento Agustino de la Transfiguración y sus frescos de gran pasado histórico.
La Cascada de Velo de Novia en el Pueblo Mágico de Valle de Bravo o el Salto de Chihuahua en el municipio de San José del Rincón son dos bellezas naturales que son visitados para capturar buenos momentos.
Con grandes panorámicas al Popocatépetl es uno de los sitios más asombrosos y significativos de la geografía e historia: el Paso de Cortés, en Amecameca. Aquí, sin duda, el lente de la cámara capturará la grandeza del volcán y su entorno.
Desde Nopaltepec es imperdible tomar fotografía a uno de los cuatro Patrimonios Culturales de la Humanidad del Estado de México, el Acueducto del Padre Tembleque, magna obra de ingeniería hidráulica del siglo XVI.
En el Pueblo con Encanto de Ayapango se ubica la parroquia de Santiago Apóstol. Cuenta con varios detalles artísticos muy hermosos como su portada, su pequeño retablo churrigueresco del altar mayor o su grandioso lienzo La Redención del siglo XVIII, ahí están también las mansiones que atestiguan prósperas épocas ya pasadas: la Casa Grande o la Casa Afrancesada, dignas de una fotografía.
Muy cerca de Tenancingo está el Santo Desierto de los Carmelitas, en medio de un hermoso bosque de pinos que ahora es Parque Nacional. Este lugar no es el bello convento de retiro riguroso que los frailes carmelitas erigieron a fines del siglo XVIII.
Este feliz encuentro de la arquitectura neoclásica con un bello paisaje natural amerita, cuando menos, fotografías y selfies.
El Parque Ecoturístico Corral de Piedra en Amanalco, La Presa del Llano en Villa del Carbón se suman a la lista de espacios naturales del Estado de México que deben quedar plasmados en una postal.
Estos son algunos de los sitios turísticos que se pueden capturar en el lente de la cámara de las y los profesionales o de las y los visitantes.