Desde que asumió el cargo en OPDM, Sandoval ha sido objeto de críticas y acusaciones de la militancia de Morena. Se rumorea que su nombramiento fue resultado de una negociación política y que su experiencia en el manejo del Organismo del Agua potable fue sobrevalorada.
La relación entre Sandoval y Raciel Pérez, quien pretendía que fuera su sucesor, se vio empañada luego de que una investigación del OSFEM revelara que presentó documentación falsa para acreditar su experiencia. Esto llevó a Pérez a distanciarse de él y a excluirlo de cualquier posición electoral.
La situación empeoró cuando Sandoval fue acusado de utilizar el padrón de contribuyentes del sistema de agua potable con fines electorales. Esta acusación debilitó aún más su posición como candidato, ya que se le consideró culpable de utilizar recursos públicos para sus intereses personales.
Además, su conflicto con Pérez Cruz resultó en su inhabilitación como servidor público por diez años, lo que le impide competir por cargos públicos.
Aunque logró obtener un amparo, su intento de sobresalir entre los seguidores de Morena al hacer un diagnóstico sobre la crisis hídrica en Tlalnepantla fue considerado oportunista y se le criticó por intentar utilizar la situación a su favor.
Es importante destacar que la aparición de Sandoval en este momento coincide con la fecha límite de Morena para designar candidaturas mediante encuestas. Consciente de que su candidatura es inviable debido a su pasado en Acción Nacional, está utilizando esto como su último intento desesperado por obtener una nominación.
Jonas Sandoval enfrenta un desprestigio y una mala reputación que le impiden ser candidato en Tlalnepantla. Sus acciones pasadas y la utilización inapropiada de recursos públicos han debilitado su posición y lo han excluido de cualquier posición electoral.