Los municipios de Cuautitlán Izcalli, Atizapán y Nicolás Romero, junto con la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), han firmado un convenio de colaboración para formalizar esfuerzos conjuntos en el saneamiento y mantenimiento de los cuerpos de agua que comparten.
Este acuerdo se enfoca en las presas El Ángulo y Lago de Guadalupe, esenciales tanto para la seguridad de las comunidades aledañas como para el equilibrio ambiental de la región.
El convenio, titulado “Convenio de colaboración y coordinación para conjuntar recursos y formalizar acciones en materia de mantenimiento de infraestructura hidráulica,” fue suscrito por los presidentes municipales Daniel Serrano Palacios (Cuautitlán Izcalli), Yoselin Mendoza (Nicolás Romero) y Pedro Rodríguez Villegas (Atizapán), así como por la Vocal Ejecutiva de la #CAEM, Beatriz García Villegas, y otros representantes de los gobiernos locales y estatales. En el acto oficial, llevado a cabo en las oficinas de la CAEM, se enfatizó la importancia de la cooperación intermunicipal para mitigar riesgos y promover la recuperación sostenible de los cuerpos de agua.
El proyecto tuvo sus inicios en reuniones preliminares que evolucionaron en mesas de trabajo intermunicipales. Entre los compromisos asumidos destacan: la rehabilitación de las compuertas de la presa El Ángulo, liderada por Cuautitlán Izcalli y Atizapán, y la recolección de residuos en la presa Lago de Guadalupe, responsabilidad de Nicolás Romero. Estas iniciativas buscan prevenir riesgos a la población, especialmente durante la temporada de lluvias, y representan una inversión significativamente menor en comparación con los costos asociados a gestionar emergencias.
Daniel Serrano, quien promovió estas mesas de trabajo, subrayó la necesidad de dar continuidad a estas acciones para garantizar avances duraderos en el saneamiento de los cuerpos de agua. Asimismo, los tres alcaldes concordaron en la relevancia de la prevención como una estrategia clave para proteger a sus comunidades y preservar los recursos hídricos.
Este esfuerzo conjunto es una demostración de cómo la coordinación entre diferentes niveles de gobierno puede generar soluciones prácticas y sostenibles a desafíos ambientales y de infraestructura.